Un informe científico es un documento organizado para alcanzar las necesidades de una publicación válida. Por este motivo, un informe científico debería ser altamente estilizado, compuesto de partes distintivas y claramente evidentes.
Cada papel científico debería tener en su orden correcto: su introducción, materiales, métodos, resultados, y discusión.
Un informe debe estar compuesto de un índice, un título, un resumen, una introducción, el contenido, los materiales, los procedimientos, el registro de resultados, las conclusiones, y la bibliografía.
Resumen. En este apartado se debe escribir una pequeña descripción de lo que se trata el informe; sirve para que el público revise si el informe es de su interés.
Introducción. Debe explicar el objetivo del informe, indicando el problema o las motivaciones que llevaron a realizar la investigación.
Contenido. Está compuesto por: los materiales (se deben listar los materiales y las cantidades utilizadas en el experimento), los procedimientos (todos los pasos que se utilizaron para realizar el estudio), un registro de resultados (gráficos, tablas, diagramas, etc) y las conclusiones (se plantean preguntas y respuestas que surgieron después de analizar los resultados).
En la conclusión se puede confirmar o negar la hipótesis que se planteó al principio.
Bibliografía. En esta última parte del informe debe ir una lista de todas las publicaciones, textos y revistas científicas consultadas para realizar la introducción y para interpretar los resultados.